» Para vaciar la cabeza de vez en cuando.

Tengo tres volcanes, dos en actividad y uno extinguido;
pero nunca se sabe...
ENTRIES TO DO LIST TAGS BOOKS MOVIES CREDITS
Posted at 2:02 by Ne
75 - Sueño Viridiando - Final - diciembre 14, 2010


Ruido.

– ¿Quién está ahí? –preguntó en dirección al lugar de donde provenía el sonido, entonces una diminuta, ágil y oscura figura salió rápidamente de uno de los arbusto circundantes al lago– ¡¡Espera!! – exclamó al momento que se ponía de pie. Lo halló por fin y no lo perdería ahora así que salió tras él en dirección al hotel ubicado cerca de ahí. Corrió con todas sus fuerza, levantando un poco la falda de su vestido para que no le estorbara mientras corría, pero el felino era mucho más rápido y lo perdió de vista pasados unos segundos. Tan preocupada estaba de alcanzar al felino que no notó que el cielo se había nublado, sólo cuando unas tímidas gotas acariciaron su rostro levantó la mirada y notó los agresivos nubarrones. Sonrió, la lluvia le encantaba, pero ya habría tiempo de disfrutarla, debía recuperar al felino. Ya casi llegaba al hotel cuando la lluvia se hizo más intensa. No vio entrar al gato ahí, peor algo la llevó a entrar al lugar. Abrió la puerta del hotel, una vez dentro sacudió su cabeza un poco. Miró el pasillo, las distintas puertas, el suelo con esa suave alfombra roja, todo lucía como siempre y ni rastros del gato. Observó la puerta a su derecha. Era ahí en dónde el chico de cabello azul solía practicar con el piano. Era ahí en donde solían verse. Posó su mano sobre el pomo de la puerta justo cuando iba a girarla esas molestas sensaciones la detuvieron. Comenzó a llorar de modo inexplicable y tuvo miedo de abrir la puerta. Quería ver lo que había al otro lado de ella, ¿sería él? Pero algo andaba mal, comenzó a temblar desesperándose un poco. Detestaba perder el control sobre sí misma, se sentía muy insegura cuando eso sucedía.

– D-debo…cal….calmarme –se dijo con dificultad– de…debo recuperarlo –limpió su rostro con sus temblorosas manos y se puso de pie con algo de esfuerzo, apoyándose en los muros. Se tomó su tiempo para recobrar la calma y cuando ya se halló mejor giró lentamente el pomo de la puerta, la cual se abrió lentamente. Cerró la puerta tras ella y ahí lo vio. Sentado frente al piano como siempre había sido. Una sonrisa se escapó de sus labios al ver al peli-azul, quien también sonreía absorto en su música, sonreía plácidamente. Se detiene lentamente tocando una última nota y girando levemente su rostro hacia ella, perdiéndose en su mirada sin dejar de sonreír, extendiese su mano invitándola a acercarse a él te había estado esperando resonó esa frase en la cabeza de la chica, sin que los labios del peli-azul se moviesen en lo mas mínimo. Pensé que llegarías más aprisa seguido de esto una leve risa se escucho, aun con su mano extendida esperando que ella se acercase. La castaña sonrío un poco más aunque se hallaba desconcertada ¿por qué lo escuchaba de ese modo? Como si le hablara desde el interior de su cabeza, olvidó lo que buscaba y se acercó a él. Sus manos se encontraron y notó la calidez del peli-azul en contraste con su frialdad,quizá por la lluvia… –presionó con suavidad la mano de él ¿qué sucedía?, esas extrañas sensaciones nuevamente se hacían presentes– ¿por qué ahora…? Estoy junto a él… –no lo entendía. El peli-azul se levanto de su asiento frente al piano y la guio al centro de la sala, sin soltar su mano y tomándola con la otra por la cintura la acerco a él y comenzó a bailar al compas de la suave melodía que comenzó a sonar al momento en que él inició su baile junto a ella. ¿Recuerdas esta canción? decía sin mover un labio mientras bailaba junto a ella sin dejar de sonreír extrañaba tenerte así, a mi lado... no podía irme sin bailar una última pieza... ¿no? ¿Qué si la recordaba? Por supuesto que lo hacía.

Claro que la recuerdo –dijo sonriendo sin lograr salir por completo de sus desconcierto. Era una de las melodías significativas para ella pero ¿cuál no lo era? Cada momento con él era especial, cada momento junto a él era único. Sintió su mano sobre su cintura. Ella puso su mano libre sobre su hombro y se dejó llevar por la melodía, pero ¿qué decía? ¿Última pieza…?– ¿Piensas hacer algún viaje? –preguntó con suma ingenuidad. Él cerró los ojos suavemente y siguió el baile suavemente guiado por la melodía no es que hubiese deseado hacerlo juntó su frente con la de ella suavemente sin abrir sus ojos en lo más mínimo lamento haberlo hecho así... no pude... le acarició suavemente la mejilla abriendo los ojos lentamente no supe cómo decir todo lo que quería... ¿me perdonaras algún día...? –No lo entendía ¿de qué hablaba? ¿Acaso no estaba ahí con ella?

– ¿Pero qué dices…? No tengo nada que perdonarte… –respondió con suavidad disfrutando las caricias de él cerrando sus ojos lentamente–. ¿Por qué dices esas cosas…? –El peli-azul la apegó más a él y la apoyó en su hombro acariciando su cabello y nuca con suavidad, cerró nuevamente sus ojos y dejó caer algunas lágrimas impidiendo que ella las viera, sin dejar de bailar, apuntando su cabeza al techo. Respóndeme... ¿lo harás...?Estaba confundida¿qué sería tan grave como para no poder perdonarlo?... –ahora mismo ni siquiera estaba molesta con él, todo lo contrario, se sentía mucho mejor en comparación a como se hallaba cuando llegó al hotel. Seguían moviéndose al ritmo de la música, no dejaban de danzar ni un momento.

– ¿Cómo esperas que lo sepa?... ni siquiera sé de qué hablas… –soltó con algo de temor, quiso mirarlo a los ojos, quizá ellos tuvieran la respuesta, pero no lo hizo, decidió aguardar un poco más… él siempre había sido honesto con ella, no tenía por qué ser diferente ahora. Esperaría–. Pero… no podría no perdonarte… eres todo para mi… supongo que lo sabes… –sonrió levemente al escuchar tan tiernas palabras lo sé... pero...titubeó un poco deteniendo el baile con ella, bajó su cabeza y la apoyó en el hombro de ella sin soltar su mano si me sucediese algo... solo te pido una cosa....levanta el rostro de su hombro y la mira a los ojos con algunas lágrimas en los de él. Acarició su mejilla con ternura y trató de sonreír pese a su apenado rostro...no me olvides...–Lo observó impresionada, de pié frente a él–. ¿Llo… lloraba…? ¿Olvidarlo…? –no recordaba haberlo visto llorar jamás, era ella quien siempre lo hacía. Sintió nuevamente ese fuerte nudo en la garganta. Sus labios temblaban ligeramente y no era capaz de pronunciar algo. Su mente se hallaba en blanco, sólo supo presionar suavemente la mano de él que aún sostenía. De forma involuntaria las lágrimas asomaron por sus ojos, no le gustaba verlo así–. ¿Acaso será mi culpa…? –mantuvo silencio por unos minutos, que parecieron eternos, pero no debía ser así… él quería una respuesta y ella debía dársela, aunque él tampoco había sido muy claro ahora…

– Jamás… jamás podría… olvidarme de ti… eso… eso no es posible… –dijo con dificultad presionando un poco más la mano de él, quién le devolvió el apretón y la besó suavemente sin que dejaran de caer lágrimas desde sus ojos no quiero preocuparte... lamento haberte hecho...tan infeliz.... extrañamente sonaron estas palabras en la cabeza de ella mientras él la siguió besando. ...me gustaría... que esto nunca acabara... dice dejando de besarla ya sin lágrimas que rodaran por sus mejillas. Acarició su húmedo cabello y lo acomodó tras su oreja, como solía hacerlo. Qué extraña sensación, le dio la impresión que hace semanas no le besaba. Le devolvió una ingenua sonrisa tratando de frenar sus propias lágrimas.

– No… no te disculpes por cosas que no son… –dijo acariciando dulcemente el rostro de él– me haces muy feliz –amplió un poco más su sonrisa. Vaya tonterías que decía, pero en verdad parecía afligido por esas cosas– esto… esto no tiene por qué acabar… – él negó suavemente con su cabeza alejándose un poco y bajando la mirada apenado, soltando la mano de ella y dando algunos pasos hacia atrás ya ha acabado... por mi culpa...todo ha acabado...presionó fuertemente su puño a un lado hiriendo su propia mano y dejando caer algunas gotas de sangre de negro color que antes de tocar el suelo se deshacían en el aire si hubiese sido...un poco menos terco comienzó a llorar de nuevo dejando caer algunas lágrimas al suelo que tenían el mismo efecto que la sangre al deshacerse si solo...hubiese pensado más en ti... en lo que pasarías... tal vez...no hubiese sido el mejor futuro...pero...no habrías tenido que afrontarlo sola... el joven peli-azul cae al suelo dando algunos golpes a él, dañándose más aún, descontrolado y con ira, como si estuviese gritando con rabia, pero sin que de sus labios saliese algún sonido.

No lograba entenderlo. Lo miró ahí en el suelo frente a ella, reducido… como nunca antes lo había visto– ¿Qué sucede…? –vio la peculiar sangre y su temor fue en aumento, al igual que su presión en el pecho. No le gustaba ver cómo se hacía daño–. Ya lo presencié una vez… y con eso fue suficiente… –se acercó a él lentamente. Tomó sus manos con delicadeza, con ternura, con amor, pero algo se rompió dentro de ella. Si existía algún tipo de seguridad en su interior acababa de desvanecerse. Comprendió que él sufría y le disgustaba estar ahí sin lograr comprenderlo, al menos nos conscientemente. Su cuerpo reaccionaba de un modo distinto, como si tuviera una información de la cual ella carecía, las lágrimas se asomaban en sus ojos contra su voluntad, le costaba respirar ¿sólo porque él sufría? O… ¿había algo más? Estaba desesperada, asustada, le partía el corazón verlo así ¿cómo podía ayudarlo? Al menos logró que dejara de dar golpes y con su vestido limpió sus heridas. Le obligó a verla a los ojos con una delicadeza que hacía que el gesto más que una orden fuera un ruego. Vio sus ojos, trato de descifrar lo que ellos escondían y que él no era capaz de expresar de un modo directo. Lloró junto a él pero trató de sonreír, sus labios temblaban. Se acercó con timidez, casi como si temiera ser castigada por ello. Y lo besó suavemente–. Estoy contigo… no te dejaré solo jamás… –¿llegarían sus palabras a él tal como las suyas llegaban a ella? Y llegaron… cuando lo hicieron él lloró con más fuerza abrazándola a él lo más fuerte que pudo–lo siento....lo siento...lo siento...–se repetían una y otra vez estas palabras en la cabeza de ella mientras desconsolado lloraba el peli-azul sin soltarla.

Se aferró a él. ¿Qué podía hacer? Todo en él sufría enormemente. Tenía mucho miedo, pero ser presa de él no resolvería nada. Lo leyó alguna vez en un libro en ese mismo hotel. Trató de calmar su mente. Analizar lo que tenía, algo que hubiera pasado por alto quizá. Hablaba como si ya no estuviera con ella, sin embargo estaba ahí, ella podía tocarlo, lo pudo besar, limpió sus heridas… ¿cómo podría no estar ahí? Besó su mejilla de manera suave pero duradera. Era real. Estaba segura, de pronto un fuerte dolor en el pecho la obligó a separarse de él. Se llevó ambas manos al pecho y ahogó un pequeño grito quedando acurrucada en el suelo. Le dolía la cabeza, pero el dolor en el pecho era más intenso. Intentó incorporarse, debía saber qué le sucedía a él, pero no pudo, cerro sus ojos fuertemente, era un dolor insoportable. Respiraba con dificultad cuando una voz distinta a cualquiera que hubiera escuchado sonó dentro de su cabeza– date cuenta… –gimió levemente y sujetó al peli-azul con fuerza de la manga de su camisa. Temía desvanecerse. Él la miró algo apenado sin que las lágrimas dejaran de salir de sus ojos, forzando una sonrisa y calmando su rostro, acariciando su mejilla y mirándola ahora, nuevamente sonriente y esta vez pudiendo formar las palabras desde su propia boca, no como eco en la cabeza de la joven– ...Sabes... solo hay una cosa...que no quiero que olvides....te amo....te amo como a nadie más....le besó suavemente la frente, intentando no quebrarse frente a ella, tratando de despedirse con una sonrisa, como a ella le hubiese gustado verley recuerda...te estaré esperando....fue...agradable verte...me hubiese gustado....oír esa canción...aún vivo...

“Vivo" aquella palabra la atravesó, la atacó y la dejó sin nada. Lo recordó todo. Trató de incorporarse con todas sus fuerzas, era una dura tarea. Rompió a llorar fuertemente, aunque aún no asimilaba los hechos por completo. Se aferró a las ropas de él para intentar quedar a su altura nuevamente. Lo abrazó con fuerza mientras seguía llorandono puede ser cierto… ¿qué era todo esto…? Él era real… estaba con ella, no era posible que se hubiera ido…se separó de él lo suficiente como para poder verlo directamente a los ojos. Ellos no mentían, nunca lo habían hechoen… entonces… –en un instante se oyó todo dentro de su cabeza. Ahora las palabras de él… esa distancia de la que hablaba… tenía sentido… pero no quería asumirlo. ¿Qué era todo esto entonces?... si él ya no estaba con ella… ¿Qué era esto? Apoyó su cabeza sobre el pecho de él.

– No es cierto… no puedes… no puedes haberte ido –pronunció deseando con todo su ser que fuera así– tu no… –lloró con amargura esperando a que él le dijera algo. Él cerró los ojos junto a ella abrazando su cabeza en su pecho y llorando con ella, sin palabras que pudiese decir ni articular, no tenia excusa alguna. Sólo podía disfrutar, de ese efímero momento en que ambos pudieron verse nuevamente en contra de lo imposible que aquello pudiese ser.

Su modo de actuar fue la mejor respuesta–. Si él ya no estaba con ella ¿qué era todo esto…? ¿Un… un sueño…? –siguió aferrada a él, no quería soltarlo. Quizá si se mantenía junto a él de ese modo podría evitar que se marchara.

– Te amo… te amo mucho… –cerró sus puños con más fuerza sobre su ropa– qu…quédate aquí… sólo….sólo un poco más… por favor… esto no tiene que acabar ahora… por favor –le rogó sin dejar de llorar. Él intentó hablarle pero era inútil, las palabras ya ni siquiera resonaban en su cabeza. La forma de romper un sueño...es darse cuenta que te encuentras en uno, por mucho que desees que el mismo no acabe. La tomó frente a él tratando que leyese sus labios... no importó cuanto lo intento nada lograba, resignado suspiro y sonrió una última vez para ella diciendo con sus labios " Te estaré esperando"...

“Te estaré esperando…” ¿eso fue lo que oyó? No estaba segura ¿Lo imaginó…? Se negaba a soltarlo, pero él parecía ya dispuesto. Vio su sonrisa, pero no fue capaz de devolverla. No se atrevía a apartar la mirada de él, temía que fuera la última vez que lo viera–. ¿Podrían volverse a ver algún día? –Tenía miedo de oír la respuesta. Se acercó a él tratando de controlarse, mas le fue imposible, pero no se detuvo a pesar de estar alterada. Tomó sus mejillas con suavidad y besó sus labios suavemente y por un largo tiempo. Sonriente, el peli-azul siguió su suave y tierno beso, dejando escapar algunas lágrimas que se unían a las de ella cayendo al frio suelo de la habitación, lentamente la rodeo con sus brazos mientras ella comenzaba a deshacerse, él se quedaría allí, esperando por la llegada de su amada. La vio tiernamente a los ojos articulando unas últimas palabras con sus labios al dejar de besarla y ver que ya se alejaba de él–Hasta pronto mi Viridian Raras veces la llamaba por su nombre, al menos no mientras estaban solos. Dejó escapar una sonrisa. Sentía que se desvanecía y cada vez estaba más lejos de él. Estiró su mano en dirección al peli-azul. Él lo dijo… no era un adiós, sino un “hasta pronto”. Limpió su rostro.

– Hasta pronto… mi Makoto… –se desvaneció por completo.

Vacío.

La castaña despertó en el sillón de su vivienda. Aún se aferraba con fuerza al pequeño gato de peluche. Lo observó por un momento para luego comprobar que tenía su rostro empapado en lágrimas. Un sueño. Fragmentos aparecieron en su cabeza. Él… había desaparecido…

“hasta pronto”

Comenzó a llorar con amargura nuevamente. Pasaron un par de horas, pero no importaba. Se sentía algo débil, quizá producto de la pérdida de agua. Se dirigió con cuidado al armario de su vivienda y sacó algunas botellas de agua. Se limpió el rostro lentamente con las mangas de su traje, luego bebió agua de una de las botellas lentamente. Logró calmar su respiración y fijó su vista en el pequeño peluche a su lado. Lo tomó con cuidado.

– Gracias por todo… siento haberlo arruinado –sabía que ese peluche no era él. Aquel era el suyo, no tenía nada que ver con el “alegre” o el “serio”, pero le gustaba proyectarlo ahí. Era mejor que hablar al aire…– no dejaré que tu muerte quede así… haré que todos los responsables paguen por ello, lo prometo… todo es por ti… –dijo en tono lúgubre– ya verás… –se acomodó en el sillón, recostándose y dejó al peluche sobre su pecho para poder observarlo–. Voy a desenmascararlos… –suspiró algo cansada– si no resulta… yo misma haré que paguen por todo lo que hicieron… –besó el pequeño gato en la nariz– y cuando todo acabe… volveremos a vernos…


PD: les subí todo de golpe porque si c: a ver si les gusta. Los diálogos en azul fueron gentileza de Bakuh que me ayudó c: y eso.

A ver si algún día les dejo leer a Viridian c:



(...)

Etiquetas: ,


+ FOLLOW