Sé que probablemente a nadie le importe, pero paltita para ellos… Siempre me ha sido más fácil relacionarme con las personas que 10 o 20 años mayores que yo que con personas que tienen mi misma edad. A veces creo que nací en la época equivocada, pero eso es otra historia. Muchas personas hablan de sus abuel@s (que por lo general son del campo) que están vivos y muy viejos pero no hacen mucho… se quejan demasiado y ese tipo de cosas… por mi parte puedo decir que nunca conocí a mis abuelos paternos porque murieron antes de que yo naciera, así que sólo me quedaron mis abuelos maternos (a todo esto ninguno de mis abuelos eran del campo. Los por parte de mi papá eran de Santiago, por ahí por Riquelme, cerca del parque de los reyes, san pablo, mapocho, etc. Mis abuelos maternos eran de Coquimbo, por ahí por Eleuterio Ramirez [o algo así]….warevah). Mi abuelo era genial, aunque nunca hablé mucho con él, siempre creí que le quitaba tiempo valioso porque siempre lo veía ocupado y cuando no estaba trabajando en algo estaba tomando su siesta. Pero era lo mejor, rara vez le decía “abuelo” a secas, para mi era “el abuelo Chamel”. Él murió hace unos 5 años[?] la verdad no lo recuerdo ya, no porque no significara nada sino porque la gente muere, es parte del ciclo natural de las cosas y no hay que sufrir por eso, porque tarde o temprano a todos nos pasa y no tiene nada de terrible …pero me estoy desviando… Ahora sí… mi abuela materna, la “Lule” como la llamo desde siempre. Su nombre es Ruth, es súper joven (está como por los 60/70 años), es una de las personas más maravillosas que conozco, nada que ver con la imagen que te ponen de abuela en todas partes. La Lule es mi mujer perfecta :) buena amiga, sabe escuchar, jugada, excelente compañera para los momentos de charlas, carpintera, gástifer, chef, modista, arquitecta, zapatera, diseñadora, artista y todo lo que te puedas imaginar! porque no hay nada que mi Lule no haga. Me encanta su vitalidad, su perspectiva de vida. No la veo mucho ya que desde que mi abuelo Chamel murió ella viaja mucho a visitar a familia que tiene repartida por todo Chile y Argentina, pero me encanta eso también porque siempre llega con algo nuevo. Ahora está aquí en Santiago con nosotros, lleva cerca de 1 mes acá y ayer, justamente, nos quedamos un buen rato conversando después de almuerzo, cerca de 1 hora y media, pero fue tan genial, como si habláramos siempre y fuéramos las mejores amigas de toda la vida, nos reímos de sus anécdotas, de las mías también y nos pusimos nostálgicas con los recuerdos del Chamel.
Es una de las pocas personas con las que logro ese tipo de conexión en una conversación y que por lo demás, admiro demasiado. Espero algún día de mi vida ser capaz de estar como ella a esa edad, con esa perspectiva y sin dejarme abatir por nada, justo como es mi Lule
¡Cómo adoro a esa mujer!
Etiquetas: De la vida
